La marca Andalucía, clave para poner en valor la capacidad competitiva, emprendedora y empresarial de la región

Durante muchos años, los esfuerzos en materia de marca se han concentrado en construir y posicionar, a nivel nacional e internacional, la marca Andalucía en su dimensión puramente turística, eclipsando otras facetas de la región.

Cuando hablamos de place branding o branding territorial, es importante saber diferenciar entre ‘Marca Turística’ y ‘Marca Territorio’. Así como la marca turística, o marca destino, hace referencia únicamente al ámbito turístico y se dirige únicamente a los turistas actuales y potenciales con objeto de hacer atractivo el territorio como destino a visitar; la marca territorio posee un alcance mucho más amplio y holístico puesto que debe abarcar todos los ámbitos de interés de un territorio: ciudadanos, inversores, empresarial, exportaciones, residencial, estudiantil, etc. A diferencia de la marca turística, la marca territorio tiene como objetivo comunicar los atractivos del lugar, no sólo como destino turístico a visitar (que también), sino como centro de generación de negocio y comercio, como un lugar atractivo y cómodo donde trabajar, vivir, invertir, emprender, estudiar, etc.

El caso de la marca Andalucía es un caso muy particular porque, durante muchos años, casi todos los esfuerzos que se han realizado para construir y posicionar la marca Andalucía a nivel nacional e internacional se han centrado en su dimensión puramente turística, que históricamente ha sido uno de los ejes más relevantes de la economía andaluza. Sin embargo, este protagonismo tan fuerte de su dimensión turística ha eclipsado otras facetas de Andalucía que no están tan asociadas con la imagen percibida de nuestra región y que tienen que ver con su actividad empresarial como productora de bienes y servicios de alta calidad y en relación a valores como la competitividad, la tecnología, la innovación, el emprendimiento o la eficiencia.

En este sentido, podemos decir que lo que tiene Andalucía en la actualidad es una excelente ‘Marca Turística’ que está posicionada como una de las marcas destino más potentes a nivel internacional, pero por el contrario como ‘Marca Territorio’ presenta grandes carencias pues es una dimensión sobre la que aún tenemos que hacer una gran apuesta para poder agregarle valores más relacionados con su capacidad competitiva, emprendedora y empresarial.

Contar con una marca potente hoy en día, no es una opción, sino una condición necesaria e ineludible. Afortunadamente, empieza a estar asumido que la única manera de que las empresas, los productos o los territorios puedan obtener cierta visibilidad y capacidad de competir en el exterior es definiendo una “Identidad Competitiva”, es decir, replanteándose la Identidad que deben proyectar al exterior.

Sin embargo, también es cierto que todavía es muy habitual que este tipo de iniciativas se aborden sin un método, o se planteen como un mero asunto de logo y lema, o como una campaña de publicidad más o menos eficaz, con muy poca empatía con los sentimientos de los públicos objetivos y con poco impacto en el exterior, más que como un ejercicio estratégico a largo plazo para la competitividad. Es por ello por lo que muchas de estas iniciativas terminan con resultados circunstanciales, a muy corto plazo o inconsistentes.

Podemos decir que Andalucía se ha consolidado como la segunda comunidad exportadora de España siendo además la que presenta la mayor tasa de crecimiento a nivel nacional. Sin embargo, uno de los mayores hándicaps que presentan las empresas andaluzas ante el reto de la internacionalización se encuentra en su imagen de marca. Aunque es probable que la marca no sea el factor principal para abrirse al mercado internacional, sí es, sin lugar a dudas, el factor más importante para mantener una posición competitiva a largo plazo que le permita consolidar su presencia en los mercados internacionales.

Se observa que, en general, la empresa andaluza está empezando a preocuparse por su imagen de marca, sin embargo, lo que debería hacer es ocuparse más que preocuparse. Más de 300 compañías han participado ya en el “Programa de Consultoría en Estrategia de Imagen y Posicionamiento de Marca para la Internacionalización” que organiza Extenda con el objetivo de evaluar el potencial que tiene la marca ante el reto de llegar a otros mercados.

En este contexto tan complejo y competitivo, es clave que las administraciones públicas se preocupen por la generación de sinergias y relaciones de reciprocidad entre la ‘Marca Territorio’ y las ‘Marcas Comerciales’ de su territorio pues estas últimas son las verdaderas locomotoras del “Made in…” y por tanto es necesario tenerlas muy en cuenta en la construcción de la imagen, en este caso empresarial, del territorio.

El poder económico, el alcance y la presencia que tienen algunas ‘Marcas Comerciales’ a nivel internacional, suponen un escaparate muy interesante para que las instituciones refuercen el posicionamiento de la ‘Marca Territorio’ que gestionan. Pero a la inversa también, pues debido a esa relación de reciprocidad, las ‘Marcas Comerciales’ pueden aprovecharse de los valores de su región de origen para apoderarse de atributos específicos asociados a ese territorio.

Ignacio Ramos

Presidente Grupo CIAC

 “¿En qué consiste la extensión de marca y cuáles son sus ventajas e inconvenientes?”

En ocasiones utilizamos una marca consolidada para el lanzamiento de productos de categorías muy alejadas. ¿Es esto una buena idea? ¿hasta dónde podemos ‘estirar’ una marca?

El principal objetivo de una empresa es crecer, aumentar sus ventas y obtener beneficios. En ocasiones, en el desarrollo vital de una compañía, se llega a mercados maduros o estancados donde se hace necesario innovar para seguir atrayendo clientes que compren determinado producto o servicio.

En este escenario, muchas compañías optan por crear un nuevo producto – que puede estar más o menos relacionado con su actividad principal – y lo lanzan al mercado bajo la marca con la que han trabajado durante años. Encontramos con mucha frecuencia empresas de aceite de oliva que comienza a vender, bajo su misma marca, aceitunas de diferentes sabores o las ya conocidas perlas o ‘caviar’ de aceite de oliva. 

Es lo que se conoce como una extensión de marca, y consiste en utilizar un nombre y una imagen de marca, que ya están bien establecidos, para introducir un nuevo producto, o categoría de productos, a su base de clientes.

Aunque en muchas ocasiones es una estratégica muy válida y que reporta grandes éxitos, es necesario conocer cómo hacerlo de forma correcta, reduciendo cualquier riesgo de desposicionar a la marca, y de acabar generando confusión entre nuestros públicos de interés.

A grandes rasgos, la extensión de marca puede realizarse de varias formas, revisemos algunas de las más frecuentes:

Por un lado encontramos la extensión de categoría que conlleva entrar en categorías diferentes a las de la marca principal. Es decir, se realiza cuando una marca lanza nuevos productos al mercado que no tienen nada que ver con lo que suele hacer. Sería el caso de una empresa de aceite de oliva que, bajo su misma marca, decide comercializar quesos o vino, o iniciar un proyecto de oleoturismo con un hotel y visitas guiadas.

Ocurre cuando incorporamos al catálogo de la empresa productos de manera descontrolada, pensando más en el volumen o en los ingresos, que en la promesa de valor que estamos transmitiendo a nuestros públicos de interés. Tendremos una amplia oferta y un gran portafolio, pero ¿entenderá el consumidor cuál es nuestro principal valor? ¿tendrá claro por qué elegir nuestra empresa y no a otra?

Por otro lado, estaría la extensión de producto que suele ser la más lógica y directa, ya que implica que la marca añada nuevos productos a una categoría que ya existe, por ejemplo, siguiendo con las referencias anteriores: si tenemos una empresa especializada en aceite de oliva, tendría sentido incluir aceite de oliva orgánico, o aceite de oliva con aromas especiales con especias…, como ejemplos.

Finalmente, podríamos mencionar la extensión de línea como otra de las posibles soluciones. En este caso hablamos de la extensión de una línea de productos que complementa a la ya existente. Sería este el caso, si la empresa de aceite de oliva a la que nos hemos referido durante todo el artículo decidiera incluir una línea de vinagres de diferentes sabor.

Sin embargo, lo más relevante en este sentido es que, siempre que decidamos crear o lanzar un nuevo producto, línea de productos o categoría, debemos analizarlo desde la estrategia de marca, que es la responsable de transmitir la promesa de valor de la compañía.

Esta reflexión nos llevará a decidir aspectos tan relevantes como: ‘¿necesito crear una nueva marca independiente? ¿está mi marca preparada para transmitir las características de este producto también? ¿qué estrategia de marca es la más adecuada ahora que mi enfoque es mayor, que tengo más productos o una mayor diversidad? ¿estamos reflejando correctamente nuestra identidad y nuestro posicionamiento? ¿nos estamos posicionando en el territorio más adecuado? Y, lo más importante, ¿lo están entendiendo así nuestros públicos de interés?

Apostar por una extensión de marca puede aportar grandes beneficios, entre ellos, contribuye a ampliar el alcance de la marca – a nuevos productos o categorías, pero también a nuevos públicos–, ayuda a tener una mayor visibilidad, refuerza o consolida la presencia de marca, fomenta la transmisión de valores ya asociados a determinado producto, amplía la conexión con los clientes y puede llegar a incrementar la credibilidad ganada.  

Sin embargo, como decíamos, no es una decisión que deba tomarse sin una reflexión previa, pues los riesgos también son altos: el primero, es la pérdida de foco, el cliente podría perder su confianza y su credibilidad en la marca si la promesa no cumple con las expectativas creadas, si tiene la sensación de que la marca ha perdido su identidad o si no entiende, está confuso, el mensaje que la marca le quiere transmitir. Puede darse el caso de que el producto no guste, no se venda, no interese, o se asocie a valores que no son propios de la compañía, por lo que el riesgo reputacional es muy alto.

Podemos concluir que, aunque la extensión de marca es una herramienta muy válida con importantes ventajas es imprescindible abordarla desde la estrategia y siempre mirando desde la perspectiva de nuestras audiencias. La Arquitectura de Marca debe estar al servicio de la Estrategia de Negocio ayudando a la compañía a posicionarse adecuadamente en los mercados y entre los públicos que son prioritarios para la empresa, y además, debe ayudar a hacer visible y comprensible su oferta y su propuesta diferencial. 

Ahora bien, es importante construirla considerando siempre el punto de vista del usuario externo, que no es otro que nuestros públicos objetivos. Y esos públicos objetivos podrían ir variando con el paso del tiempo o en función de la estrategia que marque la compañía. 

María González Luna

Directora de Proyectos Grupo CIAC

CIAC Málaga

La relevancia de la estrategia de marca para las empresas emergentes

En el proceso de constitución de una empresa, la creación de la imagen de marca es uno de los aspectos que se consideran secundarios, pero el hecho de no trabajar la marca no significa que no se cree una imagen. La marca se crea, quieras o no.

Cuando oímos la palabra ‘start-up’ pensamos en esa empresa emergente, normalmente joven, de reciente creación, con un gran potencial de crecimiento y que atrae la atención del sector, de los empresarios y de los inversores.

El emprendimiento ha ido evolucionando con el tiempo y hoy en día son muchas las empresas que apuestan por presentar innovadores proyectos que prometen sacudir el sector. Es especialmente relevante el caso de las start-up tecnológicas, que en los últimos años han sido todo un revulsivo para la economía, pero también el de otras empresas – en otros sectores – que han sabido hacer de este modelo de negocio su razón de ser.  

Sin embargo, en determinadas ocasiones, estas empresas emergentes se centran en trabajar en su estrategia de negocio y plan de empresa de una forma muy minuciosa, dejando a un lado la estrategia de marca, parte esencial de todo el proceso y clave fundamental si queremos salir al mercado con una promesa de valor sólida y fuerte.

Resulta imprescindible emprender con un posicionamiento de marca coherente con los objetivos de la empresa, que tenga en cuenta a sus públicos de interés, los canales que estos consumen, la competencia y las características del mercado en el que se desempeñará. Porque si no trabajas y proyectas tu imagen de marca, esta se creará solo en base a las experiencias y las vivencias que tengan los que se relacionan con ella. En definitiva, tienes que contar tu historia, antes de que otros lo hagan por ti.

En este sentido el branding, o la estrategia de marca, es un proceso fundamental para definir la identidad de una marca dentro de un mercado, que en la mayoría de las ocasiones es complejo, competitivo y exigente. Y cuando hablamos de identidad no nos referimos solo a un nombre o un logotipo, son muchos los elementos que intervienen en este proceso que debe ser considerado estratégico por cualquier compañía, independientemente de su dimensión o trayectoria.

A la hora de definir la estrategia de identidad y posicionamiento de una marca, existen diferentes metodologías que contribuirán a declinar aquellos valores y atributos que hacen única a la marca y que suponen su verdadera ventaja competitiva, aquella que deben defender cuando se aproximen al mercado.

Existe en el mundo de los negocios una teoría muy interesante, y útil, a la hora de aproximarnos a los mercados con un posicionamiento determinado, es la que se conoce como la ‘Estrategia del Océano Azul’ (W. Cham Kim y Renée Mauborgne).

La implementación de la Estrategia del “Océano Azul”, hace referencia a la innovación como base para el éxito de una compañía, y por ende, lo que la diferencia del resto de la competencia. Debemos hacer hincapié en que el sentido de este concepto no hace referencia exclusivamente a la tecnología, sino a innovar en la forma de hacer algo, aunque ya exista. Es decir, se trata de un cambio de paradigma en la manera en que se pueden desempeñar los negocios y las estrategias de marca.

Estos “Océanos Azules” se identifican como espacios donde se puede llegar a redefinir la representación convencional de la estrategia de negocio, e intentar describir de qué forma una compañía podría librarse de la competencia y establecer su propio camino al éxito.

Los “Océanos Rojos” por el contrario, son aquellos espacios en los que cualquier empresa emergente debe evitar posicionarse a toda costa, pues suponen todas aquellas áreas de comercio existentes, altamente explotadas, territorios de marca saturados y con una serie de reglas preestablecidas.

La clave, por tanto, la identificamos en esta diferencia, pues mientras que en los “Océanos Rojos” se cree que los límites de las industrias son rígidos e inamovibles, en los “Océanos Azules” se trabaja y se busca el desarrollo de negocios en espacios que supongan nuevas oportunidades de crecimiento rentables y sostenibles a largo plazo.

El branding (y más concretamente la estrategia de posicionamiento) es, en este proceso, una herramienta indispensable para cualquier empresa que tenga la intención de posicionar correctamente su marca en ese “Océano Azul”, distinguiéndose de la competencia y llegando más allá de la demanda existente.

María González Luna

Directora de Proyectos Grupo CIAC

CIAC Málaga

La conexión emocional, un desafío para las marcas andaluzas.

Publicidad, televisión, radio, internet, redes sociales… el consumidor actual está expuesto a una gran cantidad de impactos en su día a día. Productos y marcas compiten por atraer la atención de un público que se mueve en un entorno veloz que cada vez es más global e internacional.

La realidad social y empresarial ha cambiado, el modelo no es el mismo y se valoran aspectos que, hasta hace unos años, no eran tan importantes. Como por ejemplo el precio, que ya no se sitúa como el principal, o único, factor de decisión, sino que hay otros valores que han entrado en juego y que podemos resumir en una frase: la experiencia de marca.

Las compañías deben revisar el rol que juegan y cómo se relacionan con sus clientes, actuales y futuros. Deben identificar aquellos sentimientos que mueven a las personas para impulsar la compra, lo que se conocen como ‘disparadores emocionales’. Y es que hoy en día la conexión emocional es clave, crear un vínculo con el consumidor, una unión basada en la empatía, que dé respuesta a las aspiraciones de todos los públicos de interés. Las marcas tienen el poder de convertirse en aliados de sus públicos, para eso deben escuchar al consumidor, entender su estilo de vida, comprender cuáles son sus necesidades e intereses, preocupaciones, pretensiones y anhelos.

 ¿Y cuál es el objetivo? Encontrar un espacio en la mente del consumidor, crear esa permanencia de marca, el recuerdo que le permita situarse en el ‘top of mind’, lo que le asegurará ser la primera en el proceso de compra, en definitiva, ser la elegida

En este contexto, las compañías deben llevar a cabo una revisión de su estrategia de branding, porque ya no se trata solo de poner en marcha acciones o recursos de marketing, es algo que va más allá del uso de determinadas herramientas, se trata de trabajar estratégicamente la personalidad de la marca, es decir, su identidad y posicionamiento.

¿Están las marcas andaluzas preparadas para asumir este reto? ¿Saben cómo desarrollar la personalidad de su marca? Siempre es un buen momento para reflexionar, para analizar el camino recorrido y definir el camino futuro, la senda que cada compañía debe vislumbrar para lograr sus objetivos.

Solemos decir que las marcas deben ser ‘entes vivos’ y para eso es necesario definir su forma de ser, cuáles serán sus valores y atributos, sus creencias, su misión, su filosofía de vida… En resumen, ese relato de marca que la hace única, diferente, que la aleja de todas las demás. Partimos de la base de lo que no es diferente es indiferente, ¿realmente queremos que nuestra marca sea invisible a los ojos del consumidor? ¿Conocemos qué elementos la hacen una marca memorable? ¿Sabemos cómo transmitirlos a nuestros clientes?

El relato de marca es esa historia que hay detrás y que refleja lo que la marca es, en él se desgranan todos aquellos atributos que crean esa percepción de valor y que son diferentes en cada caso. Encontramos marcas que apuestan por la innovación y apalancan su posicionamiento sobre la idea de progreso, otras buscan ser marcas familiares y se posicionan en la idea del cuidado, el amor, la protección, la confianza. También hay marcas que se sirven de la tradición o el origen como su valor diferenciador y aprovechan sus años de historia para desarrollar un storytelling que las hacen únicas.  ¿Cómo puede aportar valor tu marca? ¿Qué la hace diferente de las marcas de la competencia? ¿Conoces su valor diferencial?

Todas estas preguntas deben ser contestadas desde la estrategia de identidad y posicionamiento, tras un análisis en profundidad del mercado, de la competencia, de los públicos objetivos, de la estrategia de negocio y de los objetivos, y deben ayudar a crear esa identidad que le dé especificidad, estabilidad y coherencia a la marca y la haga así identificable y memorable.

Una vez que hemos definido la personalidad de nuestra marca es el momento de actuar y es aquí cuando las herramientas de marketing son tan importantes. La participación, la conversación y la interacción con los consumidores es esencial. Hoy en día las marcas tienen que atreverse a sacar su lado más humano, estar del lado del público y no en un pedestal que las hace inaccesibles.

Nos encontramos además en un momento en el que disponemos de multitud de canales a través de los cuales dirigirnos a nuestros públicos de una forma segmentada, directa y concisa. Tenemos una excelente oportunidad en Internet, un entorno que ha abierto las puertas para que marcas y usuarios se relacionen, sin intermediarios.

Las empresas no deben dejar al azar la idea que los consumidores se hacen sus marcas, sino que deben adelantarse y crear ellas mismas su identidad, en función de lo que creen y piensan y sobre todo de acuerdo a cómo quieren instalarse en la mente de las personas que la consumen.

Webinario Marca I: Revisa tu Estrategia y Posicionamiento de Marca: “12 puntos críticos que analizar ante la nueva realidad impuesta por el Covid 19”.

Estimados/as señores/as:

EXTENDA – EMPRESA PÚBLICA ANDALUZA DE PROMOCIÓN EXTERIOR, S.A, dedicada a apoyar el proceso de internacionalización de las empresas andaluzas, les invita a participar en el I WEBINARIO ligado al próximo lanzamiento del Programa de Asesoramiento sobre Estrategia y Posicionamiento de Marca para la Internacionalización.

Título:  Revisa tu Estrategia y Posicionamiento de Marca: “12 puntos críticos que analizar ante la nueva realidad impuesta por el Covid 19”.

Descripción y Contenido:

La situación actual del COVID-19 está trayendo consigo importantes cambios que no solamente están afectando a la forma de relacionarnos entre las personas, sino también a la forma en que nos relacionamos con las marcas. Todo apunta a que nos enfrentamos a una nueva realidad que puede dar lugar a una nueva manera de entender el branding.

Esta nueva realidad, también llamada ‘nueva normalidad’, está llena de incógnitas y también de especulaciones. Lo cierto es que, a la fecha, es difícil pronosticar qué futuro les espera a nuestras marcas en este entorno cambiante, lleno de incertidumbres, aunque también de oportunidades.

Esta ponencia tiene el propósito de revisar los aspectos más críticos y vulnerables de las marcas con la intención de intentar fortalecerlas de cara a la nueva realidad impuesta por la pandemia del Covid 19.

Organiza: Extenda Consultoría

Modera: Paula Rosell Martí

Ponente:  Ignacio Ramos

Consultor de imagen y comunicación corporativa, presidente del Grupo CIAC y director del programa de marcas de Extenda. Máster en Dirección Comercial y Marketing por el Instituto de Empresa y Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid. Más de 20 años dedicado profesionalmente a la consultoría de branding estratégico en donde ha dirigido proyectos para grandes firmas nacionales e internacionales como el Real Madrid C.F., Cepsa, Movistar, Orange, NH Hoteles; y también para una docena de marcas territoriales de ciudades y países tanto de España como de Latinoamérica.

Fecha y hora:  jueves, 8 de abril de 2021 de 12h00 a 13:00h

Tras las ponencias, las empresas participantes podrán plantear sus dudas o consultas a través del chat.

PARA PARTICIPAR, DEBERÁ REGISTRARSE EN EL SIGUIENTE
FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN
(clic aquí)

El día anterior a la celebración del Webinario, se le enviará el enlace para la conexión a la plataforma Blackboard Collaborate a los participantes inscritos.

IMPORTANTE: El nombre de USUARIO para el acceso a la plataforma deberá ser el NOMBRE DE EMPRESA con el que se registró en el formulario de inscripción.

Si se conectan varias personas de una misma empresa, el nombre de usuario para acceder a la plataforma deberá ser NOMBRE DE EMPRESA-NOMBRE DE LA PERSONA (es decir, se aportará el nombre de la empresa, guion, y nombre de la persona.

Utilice el navegador Google Chrome.

Se trata de un Seminario Online totalmente GRATUITO, y lo podrá seguir desde cualquier punto a través de un equipo informático (tablet, pc, ordenador, smartphone, etc.).

La participación de Extenda en esta acción será cofinanciada con fondos procedentes de la Unión Europea, a través del Programa Operativo FEDER de Andalucía 2014-2020, dotado con una contribución comunitaria del 80%.

Reciba nuestro más cordial saludo

Departamento de Consultoría y Formalización especializada